domingo, 19 de octubre de 2008

he intentado.


He intentado de mí dar lo mejor,
Sin embargo es ineludible ser quien soy,
En mi tristeza ahora vivida,
Tú no eres única ni exclusiva razón,
Ayudas a esa parte que desea ver la luz,
Formas junto a todo lo demás,
Parte de esa maraña que me lleva a veces a llorar.

Me acuesto intentando soñar,
Y solo encuentro restos de mis miedos,
Y situaciones difíciles de expresar,
Al despertar le pido a dios que me ayude a creer,
Y ver en mis actos un sentido y un porque,
Pero a veces las maneras de responder,
Son silencios que yo difícilmente logro traducir,
Circunstancias no muy buenas que me llenan de agua los ojitos,
De mareos el corazón.
Y aun cuando he de reconocer que tal vez,
No vea de la vida hoy lo mejor,
Porque simplemente a veces es complejo ir hacia la luz, aceptar sus rayos y dar amor,
Tienes que saber que entre lo bueno cuentas tú.
Tal vez sea solo una transición,
Tan temerosa la enfrento que poco se puede rescatar,
De la mujer que era yo y ya no soy mas,
Se niega a la resignación esa parte de mí que pugna por salir,
Sacar la voz y darle la cara a la desazón,
No obstante es complejo vencer,
Con esta mínima energía que emana de mi ser,
Tan cansada en cuerpo y alma,
Tan débil el corazón,
Que es imposible por el momento desconocer,
Que si en algún lugar están mis fuerzas,
Ese lugar o no lo veo o no lo quiero ver.

Como una ola gigante de la cual no logro escapar,
El mar de mis sentimientos pareciera que me va a ahogar,
Y en esa lucha por sobrevivir,
Me aferro como el naufrago a lo primero que encuentre en la mar,
Me cuesta tanto pensar en algo positivo,
Que me suelo arrimar a ese pensamiento engañador,
De que alejarme y alejarlos es lo mejor.

Mientras tus ojos me miran con dolor,
Las palabras salen de mi boca sin control,
Es parte de la verdad hablando en mi interior,
Parte del miedo comunicando su dolor,
Y luego cuando cesa la lucha entre mi amor y no amor,
Veo que te tengo ante mí,
Tan herido como yo,
Entonces lo poco que logro reconocer de mi,
O lo poco bueno que se permite salir,
Abre sus brazos porque si sabe algo,
Es que no te quiero ver infeliz.

Eres de mi barca en el naufragio la esperanza,
No dependiente de toda mi salvación,
Pero si parte del motor,
Que espero me indique que puedo llegar a creer en algo,
Mas allá de esta creencia en la traición,
En el posible e inevitable sufrimiento de la desilusión,
Y te hago parte del teatro de mí andar,
Pero no se bien cual es al personaje que haz de interpretar,
Y mientras me veo lejana de mí y de los demás,
Porque frente a lo desconocido,
Me es imposible improvisar,
Y en el intento por seguir,
Se revela el alma que dice: ! ehi existe herida aquí!!.

Hoy me dijiste que se pueden curar,
Y de pronto lo imposible comenzó a retroceder,
Tu parte de la historia se puede recomponer,
Siendo consciente de que mi gran malestar no es tu participación en mi vida,
Es algo que va más allá,
De lo cual no eres parte antecedente,
Y que no puedes resolver,
Solo ser aquel compañero que necesito para caminar,
Y sacar a flote lo que se hunde y deja de respirar.
Te agradecería que fueras en esta transición, dulce bálsamo que cobije el ser,
Algo cansado y dañado de quien hace parte de tu vida y llamas por amor,
Que los actos ya no yerren,
Las dediciones no se equivoquen,
Hasta que yo sea capaz,
De reintegrar a las mil partes que soy,
Y pueda volver a construir esa fortificación,
De seguridad, equilibrio, confianza y amor propio,
Que tras un enemigo desconocido a quedado dañada,
Tristemente melancólica,
Sin embargo con las bases de lo que fue, para crear desde allí
Lo que será, nueva, renovada, brillante de experiencias y nuevos tiempos,
Esperando por lo que se presente...
Y otra vez enamorada de vivir, de la simple sensación
De aspirar y exhalar...en la unión de todo su potencial.