viernes, 18 de octubre de 2013








He dejado mis alas, no me acompañan más,
He pisado la tierra como un mortal,
Sin embargo de vez en cuando, olvido que no están,
Abro paso al milagro y su ausencia no parece tal.

He dejado mis alas,
Para emprender esta búsqueda  sin tregua,
De entender,
Como sientes y piensas en tu fragilidad,
Como es caminar sin poder volar.

He dejado mis alas guarecer,
Sin llave pero con puerta, por si las quieres ver,
He dejado mis alas al amanecer,
Y hoy me miro desnudo y hoy me siento tan hombre y tan mujer.




viernes, 12 de julio de 2013

Tu estas tantas, tantas horas ausente,



Tu estas tantas, tantas horas ausente,
Y  yo le cuento todo a tu fantasma,
Largas conversaciones donde él me escucha y acompaña,
Todo, todo lo sabes y al mismo tiempo no,
Que cuando al fin unas cuantas horas de tu día te permiten venir a mí,
Me huele a desconocido el aroma que sostienes, el timbre de tu voz,
Y mis labios callan… porque ya no encuentro las palabras para vos.
Todo se lo he dicho,
Ha sido cómplice esa imagen que mi mente crea de ti,
Y duerme entre nosotros, todo aquello que sé, solo proyecto en ti

Cualidades que he forjado con esmero, porque no las forjaste en ti. 

lunes, 22 de abril de 2013


La pantalla espera paciente, que la inspiración venga a mí. Y te comienzo a hablar despacio… las palabras dicen tanto de mí, pero cómo enseñarte el lenguaje que vivo.
Comienza a mirarme lento… para comprender de nuevo… para arrojarte al viento, si quieres te dejo momentos para pensarte de donde proviene mi fuego y su hielo.
Porque sigo aquí y nos temo al mismo tiempo.

sábado, 9 de febrero de 2013

La venida


A ti:
He sentido tu presencia mucho antes de ser anunciada y me he abierto a ser la fuente que cobije tu esperanza. Un deseo instantáneo de quererte en la templanza y un amor inexplicable que se abre y fluye por mis venas. He perdido los temores, en un solo instante y estaría hoy dispuesta, por ti a abandonarme.

Tomas forma en mi mente, mientras abres un espacio en mi cuerpo y voy sintiendo la grandeza de encontrarme siendo dos.

Algún día cuando vengan a mí, el eco de tus palabras y me mire en tus ojos, veré el reflejo de estas tardes tibias de verano esperando tu venida, preparando un espacio, mucho más que en mi vida, que lleva desde ya inscrito tú nombre y que huele a tu fragancia; porque sé y pueden llamarlo locura que me acompañas desde antes, que sutilmente nos sabemos.

Camino hoy contemplando la dulzura que proviene de tus manos invisibles, mientras el mundo se hace un espacio para hablar de ti, es complejo transmitirles la real dimensión de tu presencia y cómo han de enterarse de que en un segundo recompusiste las grietas de mi alma dolida, me cambiaste los colores, me creaste para ti.

Eres todo y aún nada, más la palabra escrita y dicha suena pequeña, hoy extrañamente a esta mujer, no le alcanzan adjetivos para definir instantes, para hablarte a ti. El silencio será nuestro mayor lenguaje, y durante nueve lunas te sabré creciendo en mí.

Existen noches incontables, noches en que mis labios trémulos saborean en silencio el cómo haz de llamarme, las cinco letras que definirán desde entonces mi vida, una palabra con la que bautizaras el inicio y me harás grande.

Porque tú llegada habla de mí pero se define a través de ti, haz descendido y todo, todo a mutado de matiz. Me obligue a contemplar mí  abismo,  a tender un puente y con los ojos cerrados di el paso siguiente.

Este valor no es mío, este coraje lleva tú nombre,  y aún sin saberme en tus ojos, te siento tibio en mis brazos y aún sin aliados me sé fuerte defendiendo nuestro espacio.

Porque eres y sé parte de mí, parte de ti. Porque soy pequeña en la inmensidad de tu vida, porque soy tu cáliz y contengo tú sangre, ¡porque te quiero dios!, ¡porque te quiero!... que levanto mi voz por sobre el cielo de murmullos condenatorios.

Porque te llevo dentro, tan dentro y tu vida es prioridad, porque te sé luchando desde mis entrañas, en este contexto inhumano que no te esperaba.

Más hoy, somos dos, dos mi niño/a, dos mi amor. Y las tormentas nos rodean, sin embargo el cielo he creado para dos, y los mares embravecidos amenazan…. Y nosotros sonreímos y el camino que nos une conlleva una promesa, juntos somos más que una meta.

La dulce candidez de mi vientre, la completa fe en tu presente, el mejor regalo que él me dio… la semilla que venía envuelta fruto de tal creación, el mundo de posibilidades que se abrió. Y las manos bien juntitas elevando una oración, porque obraste el milagro de que yo hablase con Dios.

Y sé, en tu frente viene descrita mi nueva fe, mi gran amor. 

martes, 5 de febrero de 2013

Un minuto


Su mirada se perdió en el mar, como tantas otras veces, nuevamente sus pensamientos se dirigían a una fría tarde de noviembre y a una carta de hace tres años atrás.
Viernes 25 de noviembre
“Cariño, deseo escribirte hoy, para expresarte un tanto de mis sentimientos, creo que dentro de las cosas que en los últimos meses nos hemos dicho pesan más las hirientes o quizás simplemente duelen más, por ello tengo muchos deseos de llenar esta carta de buenas palabras, esas que hacen que el corazón respire más tranquilo, esas palabras que cuando oímos de labios de quien amamos nos hacen sonreír.
Quizás por miedo o por orgullo, nuestra botellita de amor ha ido perdiendo lugar, tú sabes, esa botellita que tan llena estaba al  inicio. A veces las personas olvidamos que donde comienza a reinar el miedo y el orgullo disminuye el espacio para el amor, para escucharlo, para guiarse por él, es por ello que pondré un par de palabras en este escrito; y sabes algo, no será una definición la que haré de ellas, pues siempre he creído que definir es limitar, simplemente voy a describir... lo que significan para mí en relación a ti.
Pienso que Amor toma su real sentido, en la grandeza de un hombre, el cual abre su corazón y se zambulle en lo más profundo de la mujer que ama, arriesgando rasgar esas capaz de autoprotección que todos con el tiempo creamos.
Amor eres tu escuchando sobre un pasado y aun así tomando mi mano, amor eres tu oyendo lo que te duele y aun así mirándome con ternura, amor eres tu siendo capaz de ser vulnerable, con la confianza infinita de que esta mujer que hoy te escribe, intentara en lo posible no herirte, aun cuando la mayoría de las veces de todos modos lo haga. Amor eres tú siendo sereno y haciéndome ver que existe alguien que posee un corazón grande y generoso, capaz de sostener un amor real.
Ternura, ternura son tus cánticos inventados de la nada, que dicen en melodías lo que sientes por mí, ternura es esa carita de niño que pone cuando quiere que le haga cariño. Son los dibujitos de sus cartas, donde con la simpleza, que solo da un sentimiento puro, dibujas un futuro e intentas expresar que puede existir algo más. Ternura son tus mensajes, donde confiesas, tus intentos siempre fallidos de intentar despertarme temprano, ternura es esa mirada y sonrisa instantánea que nacen en tu rostro cuando piensas en cómo sería una “yo chiquita”, ternura son tus deseos de ser padre, esos que no temes en ocultar porque te hacen fuerte, más que a los demás.
Protección... la protección de mi niño es especial, es callada y silenciosa, y se expresa en recomendaciones simples pero repetitivas, como quien busca lograr indirectamente un bien mayor. Son tus "no salga a caminar de noche", "me llama cuando llegue" y que se expresa con una dulce amonestación cuando esa llamada no llega. Protección es tu mano siempre abierta a la mía, tus nervios cuando algo me sucede y esa ansiedad de no saber qué hacer. Tu protección son esas palabras en los momentos complicados cuando lo único que me pides es que no me ponga mal, que no me sienta culpable... tu protección es la generosidad de pensar en mi y olvidarte un tanto de ti.
Valentía, esa palabra es un chico enfrentándose a sus suegros por su novia... ¿se te hace parecido ese episodio?, valentía es volver una y otra vez hacia la conquista del corazón de la persona que consideras que lo vale. La valentía son tus manos que me detienen cuando me marcho molesta y tus palabras que con el paso del tiempo me hacen entrar en razón; es tu cuerpo abrazándome y diciendo que todo irá bien, aun cuando tienes roto el corazón, tu valentía es incluso tan grande que no me anuncias que se rompió, contar de devolverme la paz. Valentía son tus ojos mojados porque algo te dolió y me permites compartirlo aunque ese algo lo hayamos causado los dos, es saber que nunca serás menos por llorar... siempre y siempre sumarás”
¡Melissa!, ¡Melissa!… De pronto pareció despertar de un sueño, al oír que la dulce y leal Sara le llamaba. Y se sintió feliz, feliz de no haber llegado al fin, porque conocía la despedida y cuando el alma se encuentra cansada de recuerdos, el que te despierten al presente se agradece.
-¡Ya voy!-
-Apúrate no quiero que nos deje el tren, ¿tienes tus maletas listas?
-Sí, sí. No te apures.- Al comenzar la marcha pensaba que finalmente por las faldas de las alamedas y entre las amapolas seguía aquel  sendero, -¿Sí lo recuerdas?- pronuncio en un murmullo, como preguntándole a una presencia invisible. Seguro que sí se respondió, ha de recordarlo… -solía tomarme de la mano, en los días en que la oscuridad se asentaba en mi alma, con su mirada penetrante pronunciando la palabra amor, ha de recordarlo-
Su alma no concebía que no les pesara a los dos. 

martes, 29 de enero de 2013

Alguna vez



¿Alguna vez te imaginaste aquí?

Reina de sueños, dime si….

Donde se guardan las costuras… que tengo el alma viva en trizas...

Cuéntame de tus aventuras… ¿es cierto el silencio que guardan en la espesura?

Y esos ojos… el encantamiento… dime si es cierto… y llévate los supuestos.

Por un día se tú y deja de ser todos…

Mírame de frente, baja del escenario… y dime…. ¡Dime lo que sientes…!

Que no sean de dialogo las frases, ni la sonrisa de protocolo…

Princesa dime… dónde existe… y busca entre tus cosas el recuerdo más preciado…

Porque hoy… no será más que pasado.

Y tú, si tú… abre las manos… cierra… la boca, esa que llenas… con palabras muertas.

Como sabré quien eres?....y si me has dicho la verdad…

Cómo lo sabre, si estés donde estés… el hábito de actuar siempre esta.

domingo, 6 de enero de 2013

Hoy me ha tocado odiarte, 
por cada palabra incumplida,
por el abismo al que me lance,
por tus manos tan solicitas, tu supuesta embriaguez.


Hoy me toca odiarte, como solo quien amo puede odiar,
odiarte con el alma, con el cuerpo, con la mente, con la fe.
Odiarte simplemente, por razones sin razones,
por marcarme y hacerme desaparecer.

Hoy te odio por mi llanto,
por mi pena, por mi herida... y por todo lo que he reconstruir después de ti,
hoy te odio por tu imprudencia, por entrar en mí vida y destruir lo que había de mí,
Hoy te odio por mi llanto,
por la herida, por la sangre y las noches sin dormir,
te odio como nunca había odiado, como prometí que no debería ser.
Hoy te odio por cada cigarrillo que en tu nombre se ha prendido,
por tus encantos disfrazados,
por perderme en tu piel.