domingo, 11 de diciembre de 2011

No puedo disfrutar de esta felicidad,
porque los tiempos del hombre,
indican que la razón no ha primado...

Las miradas recelosas,
limitan la expresión de mis risas,
nuevamente queriendo ser encerrada,
como quien contiene al mar en un vaso de agua.

¿Quién abrirá la tregua?
esa que pido y exijo,
¿A quien no le dolerá este riesgo?
quién aplaudirá ... dejando salir la voz que habita en mi interior...

El que no pida vuestra aprobación,
es peor pecado, que el hecho en sí,
el que me halla guiado la intuición,
es todavía peor...
le temen a lo que despierta mi visión,
no pueden refugiarse...
el reflejo de lo que desearían ... soy.