Tu estas tantas, tantas horas ausente,
Y yo le cuento todo a
tu fantasma,
Largas conversaciones donde él me escucha y acompaña,
Todo, todo lo sabes y al mismo tiempo no,
Que cuando al fin unas cuantas horas de tu día te permiten
venir a mí,
Me huele a desconocido el aroma que sostienes, el timbre de
tu voz,
Y mis labios callan… porque ya no encuentro las palabras para
vos.
Todo se lo he dicho,
Ha sido cómplice esa imagen que mi mente crea de ti,
Y duerme entre nosotros, todo aquello que sé, solo proyecto
en ti
Cualidades que he forjado con
esmero, porque no las forjaste en ti.