domingo, 21 de octubre de 2012

solo TAHARA

A veces temo que los enemigos sean demasiados,

que este amor raído no logre soportarlos,

a veces lloro solo de imaginar las batallas y el temblor de no confiar en tu palabra.

A veces pienso si la herida es de por vida, si solo creo que la extirpe...

si en realidad ha echado raíces y hace mella en mi fe.

A veces miro con temor, con miedo con energía dispuesta a expandir,

ese paraíso que prometes con tus manos,

que se pierde en los sentidos.

A veces temo no haber visto la cicatriz, ni comprender que existen heridas que sangran aunque no exista

sangre para verter. 


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