Esta tarde se ha hecho tan larga, sin embargo llevadera, estoy triste, pero con el tiempo hasta la tristeza se convierte en buena compañera, sobre todo en estos días, tengo tanto tiempo libre que mi cabeza comienza a impacientarse, y como no, si tanto tiempo solo me lleva a un punto, reflexionar. Suele suceder que en estas fechas mi corazón comienza a perder su calma, el pensar y repasar lo vivido, trae junto consigo, dolor, pena, melancolía, esta vez no ha traído arrepentimiento, aunque se que mucho pudo ser distinto las decisiones que tome en determinado tiempo, son ahora bien venidas, no creo haberme equivocado aunque eso no quiere decir que haya acertado, hay un trecho, un pequeño espacio en el cual una decisión no es ni buena ni mala, y en ese espacio es donde estoy viviendo, mas mi alma impulsiva no desea intermedios, es mas no le gustan, siempre se ha ido a los extremos y creo que es eso exactamente lo que hoy la angustia, no puede vivir siempre en esta especie de paz, necesito movimiento, necesito volver a sentir o quizás sentir por vez primera de verdad la pasión de la vida, necesito sentirme parte del moviendo de la vida, ser como el viento que va y viene y nunca se sabe hacia adonde, si se quedara o ya se va. No entiendo estos deseos de marchar yo que tanto disfruto en el estar.
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